El Gobierno estadounidense anunció que a partir del 8 de noviembre podrán entrar a Estados Unidos todos aquellos visitantes internacionales que hayan recibido el esquema completo de vacunación.
El anuncio fue hecho por el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Kevin Muñoz, quien también informó que la medida aplicará tanto para los viajes aéreos como terrestres. De esta forma, Estados Unidos elimina las restricciones de ingreso que había impuesto a numerosos países y pone fin a la era del turismo de vacunas.
“La nueva política de viaje que exige vacunación para los viajeros extranjeros que lleguen a EE. UU. comenzará el 8 de noviembre. Este anuncio y la fecha se aplican tanto a los viajes internacionales aéreos como los terrestres”, señaló Kevin Muñoz, un portavoz de la Casa Blanca, en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter.
La Casa Blanca señaló que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ya han informado a las aerolíneas cuáles son las vacunas válidas para poder entrar al país, según la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), así como aquellas que por el momento cuenta con el aval para su uso de emergencia, fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cabe recordar que estas restricciones de viaje, fueron impuestas inicialmente por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump (2017-2021); y las había mantenido el actual mandatario, Joe Biden, quien llegó a la Casa Blanca en enero de este año.
De esta manera, desde marzo del 2020, el país había cerrado sus fronteras a los viajeros procedentes de la Unión Europea, Reino Unido y China, y más tarde sumó a la lista a los procedentes de India y Brasil. También prohibió el ingreso por tierra desde México y Canadá.
Los protocolos de ingreso
Estados Unidos solicitará a las aerolíneas que establezcan un sistema de rastreo de contactos y exigirá una prueba de detección del virus dentro de los tres días antes de la salida. Es decir, al embarcar en su vuelo, los pasajeros deberán presentar un certificado de vacunación con al menos 15 días de vigencia y una prueba negativa de covid-19 realizada máximo 72 horas antes del embarque.
En caso de los residentes de Estados Unidos no vacunados, tendrán que presentar un resultado negativo de un test que tendrá que haberse realizado un día antes del viaje. Si el viajero es no residente, tendrá que estar inmunizado con las vacunas aprobadas para poder entrar.
Las únicas excepciones a esta regla son niños menores de 18 años, comprendiendo que en muchos casos todavía no han recibido la autorización para vacunarse contra la COVID-19. Ellos deberán presentar un test negativo realizado máximo tres días antes del viaje.
De igual forma, estarán exentos del requisito de vacunación “algunos participantes en ensayos clínicos de las vacunas de la COVID-19, y aquellos que necesitan viajar por razones de emergencia o humanitarias”
Para el ingreso terrestre, la Casa Blanca anunció esta semana que el levantamiento de las restricciones se haría en dos etapas. A partir del 8 de noviembre, podrán cruzar la frontera de Canadá o México las personas que vengan por motivos considerados “no esenciales”, por ejemplo familiares o turísticos, a condición de estar vacunados.