Si las tendencias y proyecciones se mantienen, hacia 2040 España se convertirá en el país con mayor número de turistas internacionales —115 millones— y superará el 15 % de participación en el PIB, como, de hecho, ya ocurre en Baleares y Canarias.
Para este año, el pronóstico de turistas internacionales es superior a los 91 millones de llegadas, con un gasto que rondaría los 125.000 millones de euros, alcanzando, como se pronosticaba, un récord. A futuro, el crecimiento será sostenido, gracias a un contexto internacional favorable, la evolución de la economía y, por supuesto, las acciones que lleven a cabo los diferentes destinos acompañada de la promoción internacional de Turespaña.
Así lo señala el “barómetro turístico” de la firma de consultoría en turismo Braintrust, cuyos cálculos estiman que el PIB seguirá creciendo hasta alcanzar cotas superiores al 15 %. No se trata de una visión generalista; cada vez más las comunidades autónomas y municipios en España actualizan y planifican sus políticas turísticas con la vista puesta en el crecimiento.
“Algunos lugares como los destinos incipientes buscarán la cantidad y otros como los destinos maduros, buscarán la calidad”, apunta el reporte de la compañía española, que no deja de lado la visión de sostenibilidad. Según citan, será fundamental aplicar una política de Estado de turismo sostenible como la que planea la Secretaría de Estado de Turismo de aquí a 2030 y que se apoya también en un manifestó del Consejo Español de Turismo (Conestur) en esa misma línea.
“España está llamada a comandar el liderazgo de la industria a nivel global de un modelo de turismo sostenible, tanto desde un punto de vista económico —trabajado en el pasado— como desde un punto de vista social y medioambiental (…) España no puede ni debe vivir sin turismo, pero ese turismo debe ser muy diferente, con un cambio absoluto de paradigma”, declaró Ángel García Butragueño, director de Turismo en Braintrust.
Más americanos y menos sol y playa
Señala el informe que, en esa disyuntiva de la cantidad o calidad, se plantean algunos interrogantes sobre cómo serán los nuevos turistas internacionales. “Para empezar, es muy probable que ese nuevo turista no sea europeo, y si lo es, que no sea de los mercados más tradicionales como Reino Unido, Alemania o Francia, reduciendo el peso de los mercados emisores tradicionales por debajo del 70 %”.
No se trata de una reducción menor. Hoy los mercados emisores de Europa suponen tres cuartas partes de los viajeros, pero los mismos se verían compensados por viajeros procedentes de América y no solamente de Estados Unidos. Por supuesto, habrá también una importante participación de viajeros asiáticos. Al menos un tercio de los viajeros no procederán de los emisores tradicionales, revela la proyección.
De la mano de este cambio, el sol y playa no será la principal motivación de los nuevos visitantes. Según Braintrust, se observa cada vez más una tendencia a los viajes “mixtos” ¿De qué se trata? Motivaciones que combinan, por ejemplo, la asistencia a eventos —de todo tipo— y las experiencias culturales y gastronómicas. De hecho, según Braintrust, más del 25% de los viajeros vendrán por este tipo de motivaciones mixtas, lo que la firma consultora atribuye al éxito de las iniciativas gubernamentales para diversificar la oferta.
“El peso de los meses estivales en el conjunto de llegadas va disminuyendo paulatinamente y se prevé que su peso se reduzca por debajo del 30% (en número de viajeros) frente al 38% que supuso años atrás”, señalan.
Más gasto y más destinos en España
En esa misma línea, también tomará fuerza una diversificación en los destinos. Comunidades Autónomas como Andalucía, Baleares, Canarias, Valencia y Madrid —que hoy en día acaparan el 90 % de los visitantes internacionales— perderán peso —de manera paulatina, valga aclarar— frente a regiones como Galicia, Asturias, País Vasco, Navarra, Castilla León, Castilla La Mancha y Extremadura.
“Del mismo modo, es bastante probable que el nuevo visitante no viaje con paquete turístico”, señala el reporte. Los datos señalan que el 30 % lo hará de esta manera, pero uno de cada tres viajeros optará por un alojamiento diferente a un establecimiento hotelero.
“Vinculado con todo lo anterior, se prevé una media de entre 2.000 y 3.000€ de gasto en sus vacaciones para los nuevos viajeros internacionales que visiten nuestro país, lo que teniendo en cuenta su estancia (de 8 días aproximadamente), supone un gasto medio diario de entre 200 y 300 euros, casi el doble de lo que se gastaba antes de la pandemia”, calcula el informe de la compañía española.
“Habrá que prepararse para recibir a esos 115 millones de viajeros extranjeros que nuestros modelos matemáticos estiman. No obstante, para conseguir estas cifras tenemos que conseguir que las llegadas de visitantes aporten más beneficio a la nuestra sociedad de los perjuicios que suponen. Sólo así conseguiremos un modelo de éxito”, concluyó José Manuel Brell, socio responsable de la Industria de Turismo y Ocio en Braintrust.