Como es sabido en el sector turismo, la no continuidad del beneficio de IVA del 5% a los tiquetes aéreos, los efectos de la inflación en 2023 y otras variables causarán un alza en el precio de este modo de transporte el año entrante.

En ese sentido, el viernes pasado el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, puso el tema sobre la mesa en los medios de comunicación, al anticipar un alza de entre el 30% y 40% en los tiquetes aéreos en Colombia.

Reyes explicó que el incremento obedecerá a la finalización del incentivo de IVA preferencial del 5% implementado por el gobierno pasado como medida para impulsar el turismo, fuertemente afectado por la pandemia.

El incentivo, establecido en la Ley de Turismo 2068 de 2020, finalizará el próximo 31 de diciembre de 2022 y no será prolongado por un mayor periodo ni incluido en la reforma tributaria, como solicitaron insistentemente los gremios del turismo en Colombia.

De esta forma, a partir del 2023 los tiquetes aéreos serán gravados nuevamente con un IVA del 19%. A la no continuidad de esta medida transitoria se sumará la inflación, el incremento del dólar y del precio del combustible de aviación, variables que históricamente han jugado a favor de un alza de este rubro y lo seguirán haciendo en 2023, no solamente en Colombia.

Así las cosas, las estimaciones de Reyes oscilan en los mencionados porcentajes (30-40%) y fueron informadas, según declaró el mismo funcionario, “para que no tome por sorpresa a los colombianos que no han comprado tiquetes”.

En el seno del sector turismo, sin embargo, esta compleja realidad que se avecina es una preocupación que se viene agitando desde hace largos meses en los distintos escenarios gremiales, como los congresos de Anato y Cotelco, así como en las instancias participativas en el Congreso de la República.

Sin embargo, el Gobierno Nacional se mantuvo firme en su decisión de no prolongar incentivos sectoriales, mucho menos si estos implicaban dejar de recaudar ingresos por cuenta de exenciones de IVA. Una decisión que ha sido ampliamente cuestionada por gremios como Fenalco, así como por distintos empresarios del sector, por ir en contravía del anuncio oficial de apoyar e impulsar la industria turística en Colombia.