La Ley de Financiamiento plantea una mayor carga tributaria para los tiquetes aéreos domésticos en Colombia por cuenta del incremento del impuesto al carbono.
“La ley de financiamiento contempla un incremento del 200 % en el impuesto al carbono, lo cual, de cara al combustible de aviación, genera un encarecimiento del 4 % de su valor, que a su vez es uno de los principales costos para las aerolíneas en Colombia. Lo anterior preocupa de cara al servicio que presta el transporte aéreo para el turismo y la conectividad regional”, afirmó Paula Bernal, Country Manager de IATA Colombia.
Bernal recordó que, en estructura de costos de un tiquete aéreo de trayecto nacional en Colombia, el 28,4 % corresponde hoy a tasas, impuestos y cargos. Así las cosas, para la asociación, un incremento adicional en el impuesto al carbono podría reducir el acceso de los colombianos a este servicio público, sobre todo, si se tiene en cuenta que el 75 % de los usuarios del transporte aéreo en Colombia pertenecen a los estratos 2 y 3.
De otro lado, el combustible de aviación representa más del 35% de los costos de las aerolíneas en los vuelos domésticos Colombia y, a diferencia de otros combustibles, está gravado con un IVA del 19 %. En ese sentido, las cargas tributarias sobre este insumo generan un importante impacto en el costo del servicio.
En lo que va del 2024, el precio promedio de venta del galón de combustible de aviación a malla de refinería ha sido de 3,12 dólares. El aumento en la tarifa propuesto en la Ley de financiamiento representaría un 4,1 % de incremento en el precio del galón, elevando su valor en 13 centavos de dólar y alcanzando un precio promedio de 3,25 dólares. Además, debido a las recientes importaciones de Jet A1, se espera un incremento adicional del valor del galón de combustible de aviación comercializado en Colombia.
“Además, vemos con preocupación que este incremento pueda no conseguir los objetivos de un impuesto verde como lo es el impuesto al carbono. En Colombia, las emisiones no se pueden compensar al 100 % sino solo al 50 % y no se contempla que el valor recaudado por este impuesto se utilice en la descarbonización de la industria”, afirmó Bernal.
La realidad hoy es que el sector no cuenta con suficiente producción de SAF u otros combustibles sustitutos al fósil que contribuyan a la descarbonización. “Un impuesto de esta magnitud va a generar un impacto en los precios del servicio sin que se consigan todos los objetivos ambientales”, apuntó la directiva.