El cónclave realizado en Roma para elegir al sucesor de Francisco dejó una sorpresa para el mundo y una celebración para Perú, ya que el nuevo pontífice, León XIV, tiene una conexión especial con Chiclayo.
Chiclayo podrá seguir los pasos de Buenos Aires, que creó un circuito turístico en torno al papa Francisco, tras la elección del cardenal estadounidense Robert Prevost, quien estuvo al frente de la diócesis de Chiclayo y tiene también ciudadanía peruana.
La estrecha conexión del nuevo papa, que eligió el nombre de León XIV, con el Perú se puso de manifiesto cuando saludó expresamente a Chiclayo, y en español, desde el balcón del Vaticano momentos después de la histórica declaración de “habemus papam”.
La noticia de la elección de Prevost causó emoción en la ciudad del norte, donde se manifestó un renovado interés religioso y turístico, con el recuerdo de numerosos vecinos sobre el paso del actual pontífice por la diócesis. De hecho, 24 horas después de la elección del sumo pontífice, la ciudad recibió una sorprendente cantidad de visitantes, periodistas y religiosos, atraídos por su cercanía al nuevo papa y un notorio interés por su servicio en la ciudad.
Chiclayo, capital del departamento de Lambayeque, se encuentra en la costa norte del Perú y es la cuarta ciudad más grande del país. Turísticamente es reconocida por su cercanía a importantes sitios arqueológicos, su gastronomía y sus muestras culturales. Con el reconocimiento del papa, la ciudad anunció que organizará una nueva ruta turística —probablemente llamada la Ruta del Papa— y tendrá paradas en la Catedral de Chiclayo y el obispado donde vivió Roberto Prevost, así como Monsefú, donde se celebra el Jesús Nazareno Cautivo, y también la Santísima Cruz, en Motupe.
Santa María Catedral, la catedral de Chiclayo, se convertirá sin duda en uno de los iconos del circuito religioso de la región, pues fue allí donde Robert Prevost tuvo su sede episcopal entre 2015 y 2023 y presidió numerosas celebraciones. A noventa kilómetros al norte de Chiclayo se encuentra la Cruz de Motupe, en el cerro Chalpón, como epicentro del turismo religioso, hacia donde se realiza una importante peregrinación. El santuario local se construyó en 1943 en torno a una gruta sobre la falda del cerro.
Además, la región es muy relevante por su cercanía con la Ruta Moche, que atraviesa algunas de las principales herencias de esa cultura prehispánica en la costa peruana, incluyendo la tumba del Señor de Sipán, el Museo de las Tumbas Reales y la tumba del Señor de Sicán.
